A veces pensamos que el amor es igual en todos los casos. Se dicen las frases adecuadas, se dan las caricias buscadas, los besos apasionados y nos entregamos a nuestra pareja con todo lo que somos. Intentar que nos quieran como nosotros queremos es una utopía, o, como poco, complicadísimo.
Nadie quiere igual, lo mismo que nadie besa igual, ni nadie hace el amor igual. Cada persona gestiona sus emociones de forma diferente. Es un error pensar que si no recibimos la misma cantidad o forma de amor es que nos quieren más o menos. Sólo hay que preocuparse que nos quieran, con eso vale. La cantidad, la forma, el modo... eso sólo son variables de medida que nada tienen que ver con los sentimientos.
¿Quién quiere más? ¿una pareja que te da 100 besos al cabo del día u otra que sólo te da dos? Hay personas que dicen "Te quiero" una vez a la semana, sólo una, pero cuando la dicen te estremecen el alma. Sin embargo hay otras que dicen tantos "Te Quiero" que te tienen siempre con una sonrisa.
Cantidades, formas, modos... el amor no se puede cuantificar. O te quiere o no. Si te quiere "un poco" ...no te quiere. Si te quiere pero la cuesta gestionar ... te quiere.
He visto parejas jurarse amor eterno y durar meses... he visto otras que tenían miedo de agarrarse de la mano por la calle y vivir historias de pasión interminables. No se puede saber lo que deparará el futuro, no sabemos si conseguiremos triunfar dónde tantas parejas han fracasado, pero quizás sea ese el error. Preocuparse del futuro y descuidar el presente, el momento, el ahora.
Vivir cada segundo como si no hubiese mañana, y tener esperanza como si fuésemos a vivir con la persona que amamos siglos. Creo que esa es la ecuación correcta.
...pero qué sabré yo.