17 años tenía cuando conseguí la primera cicatriz en el corazón. Una de las grandes, "The Big One", cadera-hombro, como yo suelo decir. Y para más inri esta me la hice yo solito... por mudo, pero esa es otra historia.
Saco a colación este recuerdo porque ese año, 1990, conocí a la banda que iba a tocar la banda sonora de mi vida: Def Leppard. Hasta entonces había sido un chaval de discoteca y música dance pero un colega me "infectó" del Rock&Roll americano y de esta banda de "Bad Guys" de Sheffield. Sus dos discos, Pyromania e Hysteria, eran de lo mejor que había escuchado nunca. Notaba como me movían, me hacían sentir que todo se podía conseguir, que éramos invencibles.
Críos de 17 años llenos de energía y ganas de todo. Recuerdo ese momento perfectamente. Recuerdo una noche en casa de mi amigo Xabi, contándonos nuestros males de amores y bebiendo tinto con gas. No puedo borrar la sonrisa de mi cara al recordar lo profundos y ...gilipollas que éramos.
Ese verano destrocé mi cassette del Hysteria, y Xabi me hizo otra copia en una cinta UltraCromo de Sony. El "loro" en la playa y nosotros con nuestras pintas de malotes... gilipollas, vamos. Sonaba "Rocket" mientras miraba al mar y maldecía al destino por haberme robado al amor de mi vida.
28 años después vuelvo a escuchar esa canción con toda la ilusión, energía y ganas. Eso sí, en mi coche molón, con sonido digital y mis pintas de treintañero que no asume que los años pasan... ni quiere asumirlo. Esa canción sigue moviendo mi alma, mi corazón, mi espíritu como el primer día. Me hace sentir vivo cuando hace no mucho no me sentía.
Y, esta vez, con el mismo riesgo de "The Big One", con la misma ilusión, miedo, nerviosismo y locura, vuelvo a enamorarme de forma pasional, sin límite, sin control, dejándome llevar, viviendo el momento, soñando con el mañana, disfrutando de cada segundo a su lado, y me doy cuenta de que sigo siendo aquel chaval de 17 años, pero que esta vez si supo hablar, si supo decir lo que sentía y si consiguió su sonrisa. Si, ella es mi Rocket Baby.
Rocket baby! C'mon, we're gonna fly.