Hoy he corrido. Ella también, pero en su caso es un tema de confianza, es una atleta herida, pero ningún daño ni cicatriz puede con ella... ya se empieza a dar cuenta.
Yo no. Yo no era un atleta. Es más, hace casi tres años pensé que me iba a quedar mal...muy mal. Un tema de salud, que no merece ni un segundo hablar de él, me asustó sobremanera y me ha tenido asustado hasta no hace mucho.
Aún de vez en cuando me asusta un poco, un mal día, una mala sensación, un empeoramiento, etc... pero como el mismo día de hace tres años aquí seguimos, resistiendo, luchando y avanzando. Intento no pensar en ello, mirar hacia delante, pero no soy perfecto, y a veces vuelvo a caer en la queja, el egoísmo de "¿Por qué yo?" y en no darme cuenta de lo que hay a mi alrededor.
El 35% de la población tiene problemas de salud que recortan mucho de su vida, el 20% tiene enfermedades crónicas que les hacen depender de tratamientos, y el 8% tienen problemas que sí dan miedo. Yo ni siquiera estoy en alguno de esos grupos, y no sé si estaré, pero como lo que importa es el hoy y el ahora, no lo estoy.
Ella es una fuerza con mucha influencia en mí. Aún ni sé cómo me convenció que probase a correr. Jamás me gustó, me parecía un deporte aburrido, agotador y no entendía que podía aportar... hasta que (sigo sin recordar que carajo me dijo) lo probé. Una tontería, subirme a una cinta del gimnasio, marcar un trote...luego subir a una tímida zancada y llegar a hoy, que he corrido a 9 de media. no llevo ni cinco días corriendo, incluyendo su carrera por la calle.
Es cuando he acabado hoy, a los 28 minutos (sé que es una mierda, pero para mí es una maratón) y casi 3,4 kms., que me he dado cuenta de que no hay límites. He tenido que estar algo plof de salud para darme cuenta. Cuando no tenía nada no valoraba lo que es eso, no tener límite. Vivir a tope, llevar a tu cuerpo al máximo y notar como eres capaz de superar tus propias barreras.
Así que hoy estoy tranquilo. Sigo en la brecha, resisto, capeo el temporal, y encima noto la vida fluir por mis venas. Me gusta. Sé que otro día me dará bajón (nadie lo verá, de eso me ocupo yo) pero volveré a subirme a la cinta, volveré a marcar el ritmo, y escaparé de mis propios fantasmas. O vivimos la vida sin límites, o nos perderemos lo importante.